Obstáculos

Hay distintas personas en la vida de cada uno. Está la familia, los amigos y después, formando también un papel muy importante y decisivo; un chico.

Es irónico, una continúa antítesis entre el bien, el mal, el odio y otros múltiples sentimientos que pueden llegar también a manifestarse a lo largo de una frágil adolescencia.

No todo gira alrededor de historias de amor algo idealizadas, tipo Romeo y Julieta, Step y Babi, hay muchos modelos, la complicación o lo sencillo. Dos personas, donde la pasión resurge en sus vidas, podían haber acabado de una manera aceptable, incluso con otro individuo que no trajese tantos problemas. Quizás deberíamos cuestionarnos ¿Nos atrae aquello que es más difícil?

Seguramente la respuesta en muchos casos es afirmativa. Lo difícil ¿Es divertido? Lo fácil, ¿Aburre?

Todo puede ser muy sencillo, elegir a un chico, y ver los posibles obstáculos que se dibujan, y aceptarlo o, descartarlo. Ahí, empieza el masoquismo, ya que, en la mayoría de los casos, recogemos la cosecha complicada y la que nos va a traer alguna que otra gota de sufrimiento. Pensamos que, podemos jugar al entretenimiento de un “todo va a salir bien” y que nada es tan difícil como la vida lo pinta. Pero sólo cuando llegamos al desenlace, entendemos lo equivocados que estábamos y la tortura que estamos viviendo. Un amor no correspondido, frustrado, o, lo peor, pasado. Recordar el sabor de sus besos, los días vividos junto a él o la fragancia que dejaba al pasar, y, suspirar por lo que fue y no volverá a ser jamás. Lo cómico, es que pasa una y otra vez, que siempre pensamos “me he enamorado” “es demasiado perfecto” y después, por distintas circunstancias, la vela se termina consumando y repetimos una y otra vez semejantes historias, hasta, que, logramos superar nuestra amada adolescencia y salimos a lo que nos depare la vida. Otras crónicas y narraciones que, sin duda serán más intensas que las antiguas, y que, esperamos que sean ya, duraderas, para toda nuestra existencia.