sábado, 8 de octubre de 2011

Con sabor a ron

Seguramente fue esperando, como todo empezó...
Aquel día frío de principios de mes, las ilusiones se reflejaban en mi rostro, una sonrisa, quizá mucho más que eso... Estaba feliz, radiante, no había ninguna preocupación... Hasta esa noche. La ingenuidad de esos primeros días, en los que imaginas que todo va a ir estupendamente, que la historia de tu vida va a comenzar con páginas de oro. Lo equivocada que estaba...
Aún recuerdo ese dulce sabor a ron que dejaste en estos labios, que bien saben tu nombre, todo lo que pasó después de esa primera vez, todo lo que conllevó estar a tu lado tantos meses.
Sufrimiento y engaño, y, ahora, que supongo que ya soy mucho más sensata ¿Qué vi en ti? Sin nada bueno que ofrecer, ni siquiera la seguridad de vernos más de 3 veces por mes. En realidad, ahora, soy mucho más feliz que cuando estaba contigo, no hay nada malo, no hay preocupaciones, puedo sonreír.

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