Absurdas mentiras

Entré en aquel lugar y mi mente fue invadida por miles de recuerdos. Carter venía detrás de mí y me apretaba la mano muy fuerte. Le empujé forzosamente sobre la cama y sólo  me salió mirarle a esos ojos suyos tan café.

-¿Sabes algo? Te quiero, más que a nada, hace mucho que eres mi mundo – le susurré suavemente bajo las sábanas

- No me digas eso Carrie. Hay un problema- dijo preocupado

-¿Qué problema?

- Ya no te quiero, han pasado ya muchas cosas, y todo va y viene.

-¿Por qué dices eso?

- Me percaté de ello hace algún tiempo, quizá algunas semanas, algo cambió

 -¿Entonces?- grité ¿Por qué me has engañado todo este tiempo? Has fingido quererme y yo he sido la imbécil que lo he creído y te lo he entregado todo.

- Las cosas cambian, incluso sin darte cuenta.

- No te creo, no puedo hacerlo. No paras de querer a alguien de un día para otro. El amor que me demostrabas eres demasiado para ser sólo una función, no puedes ser tan falso, no eres de plástico, ni de cristal.

- ¿No piensas preguntar un por qué?- dijo intrigado- No quieres saber mis razones, mis motivos, ¿mis por qué?

- No es que quiera saberlo, es que tengo derecho a ello. No lo ocultes más- suspiré

- Pues porque hace un tiempo me di cuenta de que siento algo mucho más grande por ti Carrie, me di cuenta de que te amaba, de que mis días sin ti serían inútiles, que eres lo primero en lo que pienso al despertarme y lo último al acostarme, que eres mi guerra continua y mi paz diaria, que eres mi vida ¿necesitas mas razones? Me encantas pequeña, y te quiero más… Lo siento por esta broma absurda, parece que poco me conoces- reía entre dientes

- ¡Dios! Tú y tus bromas estúpidas, siempre igual. Algún día me voy a cansar. Me has dado un susto de muerte. Espero que no sea otra broma- contesté, ya algo aliviada

-  Es muy enserio cariño, jamás me alejaría de ti.- susurró mientras se acercaba a mí

Entonces me besó y continuamos apurando con alegría nuestro pequeño y eterno tiempo. Le tenía a él, que era lo más grande que había conseguido en mucho tiempo, y no lo iba a perder.