Mira fija a la lejanía, buscando Bruxelles |
Dejé la novela sobre aquella silla de madera vieja donde, dichosa de mí, miraba pasar el tiempo, las hojas que caían. Quería al fin comprender por que mi vida era tan trepidante, tan poco fastuosa.
Había ocultado ese secreto ya casi una década. Estaba ya fatigosa de ser la última, de no poder volar.
Nunca pude contárselo a nadie, y eso envolvía casi al viento. Era un pecado más, guardado en el desván de mi mente y otro arañazo más que añadir al montón de virus que había apiñados en mi corazón.
Simplemente Genial Sarah!! Cada texto me sorprendes más y más. Que lindo escribes. Este finde no, pero el próximo voy. Ya estamos en contacto guapa!!
ResponderEliminarUn besito enooooormeeeee!!!!
Me gusta mucho, la novela de Marina también jeje
ResponderEliminarQué.. preciosidad. Si te digo que me he quedado anonadada, me quedaría corta.
ResponderEliminarNo sabes lo identificada que me siento con tus palabras.
Totalmente perfecto, corazón
Un besazo enorme.
http://apeteandco1.blogspot.com.es
ResponderEliminarPienso lo mismo. Escribes increíble querida Cocou<3
ResponderEliminarSigue así. *_* Me ha encantado.
Un abrazo grande.