No entiendo aún como nos pudimos querer tanto en tan poco tiempo, como tampoco entiendo por qué decidiste hacer tu guerra aparte y morir sólo en la batalla. Me dejaste sola en aquel lugar, a suerte con mi corazón en mano y yo con ganas de tirártelo a la cara.
Ya no queda dolor, ni rabia. Superé ya cada minuto de esa vida junto a ti y los arrojé al fuego para que no volviesen, los vi irse, como te vi a ti largarte esa mañana de abril. No quiero vivir aferrada a cadenas a algo que ya está muerto.
qué preciosidad, me encanta.
ResponderEliminarsobretodo me ha gustado eso de tirarle el corazón a la cara aunque el texto en sí me gusta muchoo :)) buena descripción se mire por donde se quiera.
me alegro que te haya gustado mi entrada
cuéntame esa pequeña idea en:
uncieldanstesyeux@gmail.com
la recibiré encantada.
muà!
me gusta mucho tu blog, y este texto es genial. Algún día estarás mencionada en mi blog por tu gran trabajo. ¿Eres de Ponferrada no? ¿Sabes dónde está Villablino? Pues ahí vivo yo :D un besito guapa.
ResponderEliminarPrecioso Sarah, sin palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Me encanta tu blog, te sigo..espero que te pases por el mio un beso.
ResponderEliminar¡Hola! :)
ResponderEliminarUn texto precioso, me encanta. La frase que más me gusta es "cada pensamientos eran mil astillas en mis manos". Escribes genial, no lo dejes nunca.
He leído unas cuantas entradas y todas me han gustado. Ya tienes una seguidora más. ¡Sigue así! ^^
Besos.
Pensamientos De Adolescencia ∞
Sollozos En Mitad Del Bosque