viernes, 24 de agosto de 2012

Ni dolor, ni rabia.


Aún recuerdo la primera lágrima que cayó en tu nombre. Mi tez blanca recuerda los ríos que se formaban cada vez que venía a mí algún momento a tu lado. Cada pensamiento eran mil astillas en mis manos.
No entiendo aún como nos pudimos querer tanto en tan poco tiempo, como tampoco entiendo por qué decidiste hacer tu guerra aparte y morir sólo en la batalla. Me dejaste sola en aquel lugar, a suerte con mi corazón en mano y yo con ganas de tirártelo a la cara. 
Ya no queda dolor, ni rabia. Superé ya cada minuto de esa vida junto a ti y los arrojé al fuego para que no volviesen, los vi irse, como te vi a ti largarte esa mañana de abril. No quiero vivir aferrada a cadenas a algo que ya está muerto. 

5 comentarios:

  1. qué preciosidad, me encanta.
    sobretodo me ha gustado eso de tirarle el corazón a la cara aunque el texto en sí me gusta muchoo :)) buena descripción se mire por donde se quiera.
    me alegro que te haya gustado mi entrada
    cuéntame esa pequeña idea en:
    uncieldanstesyeux@gmail.com
    la recibiré encantada.
    muà!

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  2. me gusta mucho tu blog, y este texto es genial. Algún día estarás mencionada en mi blog por tu gran trabajo. ¿Eres de Ponferrada no? ¿Sabes dónde está Villablino? Pues ahí vivo yo :D un besito guapa.

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  3. Precioso Sarah, sin palabras.
    Un beso.

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  4. Me encanta tu blog, te sigo..espero que te pases por el mio un beso.

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  5. ¡Hola! :)
    Un texto precioso, me encanta. La frase que más me gusta es "cada pensamientos eran mil astillas en mis manos". Escribes genial, no lo dejes nunca.
    He leído unas cuantas entradas y todas me han gustado. Ya tienes una seguidora más. ¡Sigue así! ^^
    Besos.

    Pensamientos De Adolescencia ∞
    Sollozos En Mitad Del Bosque

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