martes, 4 de diciembre de 2012

Diamantes.


Era arrogante, pasiva, de telón de cosas que no existían, de sonrisas pintadas con el lápiz color carmesí de todos los días, sonrisas títeres, que sólo existían con el bullir de la gente. Le gustaban las apariencias, el que podrían decir.
Los días de la semana, se ponía sus mejores ropas, y caminaba con uno de sus maridos por año. Creo que nunca amó a nadie, ni siquiera a mí, que era su propia hija. Sus acompañantes, eran sólo sus amantes por los boyantes bolsillos interminables que poseían. Su segundo esposo, mi padre se solía llamar, había tenido mucha riqueza. Los diamantes, dicen, que poseen la mirada más tierna en su reflejo, que su destello provoca que el resto de tu día brille. Mi madre estaba llena de obsequios así que mi padre, antes de casarse, le había ofrecido. Por eso accedió a estar con él. Pero nunca quiso más a nadie que al destello que procedía de las joyas y las doradas monedas.
Yo fui uno de esos bebés, que en vez de nacer con un pan bajo el brazo, nací con tres o cuatro. Creo que quise más a Niccy, mi tierna y dulce Niccy, la joven que me dio amor y protección durante muchos años, que a mis padres, que sólo se preocupaban por el dinero, los festines y los grandes acontecimientos. Después mi progenitor se fue a la gran Europa en busca de más plata, y nunca volvió. Pero mi madre supo buscar su especie de felicidad en los bolsillos de otros hombres, mientras que yo me disfraza en un traje de luz, que decía de mí una mujer de modales, buen carácter.
Pero a mí lo que me gustaba, era vestirme con pantalones de hombre, aunque estuviese mal visto en la sociedad, montar a caballo y perderme por la montaña, dar de comer a los menos favorecidos, enamorarme del campesino menos indicado, pero al menos era fuerte y correspondido.
Pero al menos, de todo eso, de mi constante rebeldía, aprendí que la fuerza de un bonito amor, es mucho más brillante que la de cualquier diamante.

6 comentarios:

  1. Impresionantes palabras Sarah! Lo que cuentas, desgraciadamente está a la orden del día.
    Besazos princesa!

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  2. Hola Sarah!
    Que palabras mas ciertas.
    Me encanto tu forma de escribir, es maravillosa.
    Un beso cielo! May R Ayamonte∞

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  3. Precioso el relato. Qué pensa que existan cosas así en la vida real!

    Besos... me encantó!!

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  4. Me han encantado varias expresiones que has utilizado en el texto.
    PD: ¡Adoro la imagen de fondo!

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  5. Hola Sarah, buena historia la de la chica ésta. Escribes genial, preciosa. Y no dejes abandonado tu blog, que quiero leer más :)

    Besitos!

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